La información de las redes sociales es útil para investigar suicidios y homicidios
Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación han modificado numerosos aspectos de nuestra vida. Hoy apelan a los datos disponibles en las redes sociales para investigar suicidios y homicidios.
Las redes sociales pueden revelar mucha información. Foto. Flickr. Autor: valakirka
Las personas se desinhiben al escribir sus pensamientos en Facebook; esto sucede porque no están cara a cara con el receptor y porque, en ocasiones, no son conscientes de que están "hablando en voz alta"
Las redes sociales y otras plataformas tecnológicas de comunicación e información han modificado la vida de las personas al punto que hoy, son herramientas muy efectivas en la investigación de suicidios y homicidios. En México hay varios casos en los que se apeló a los datos online.
Una herramienta muy valiosa
En México, uno de los primeros casos que demostró el poder de Facebook y las redes sociales fue el asesinato de la joven de 20 años, Darcy Mariell Lozada Álvarez, en Ciudad de México.
Según datos del portal Univisión, el autor del crimen fue Omar Alejandro Dueñas Zamoracon quien la víctima había mantenido una relación sentimental. Cuando dicho vínculo terminó, él comenzó a amenazarla de muerte, según declaró la familia.
Pero lo más curioso del caso es que el joven se responsabilizó del crimen a través de las redes sociales, donde confesó haber dado muerte a la mujer de 20 años que había sido su novia.
En el 2009, en Brooklyn, en Nueva York, un joven fue acusado de robar a dos personas y él negó el suceso alegando que estaba en el apartamento de su padre, en Harlem, a la hora del hurto. Un minuto antes que las personas fueran robadas, había un mensaje en Facebook en el que el acusado preguntaba a su novia dónde estaban los panqueques para el desayuno.
El mensaje fue, justamente, la mayor arma de defensa del sospechoso que fue absuelto al poder comprobarse que el post había sido efectuado desde la IP del padre del joven y que éste se encontraba a varios kilómetros del lugar del robo.
Las nuevas vías de expresión
Si en el pasado alguien estaba mal de amores, es probable que tomara un lápiz y un papel para descargar sus sentimientos. Hoy los jóvenes suelen publicar sus disculpas, sus declaraciones y sus emociones en su muro de Facebook, donde todos los contactos son testigos de lo que sienten.
Tanto se expresan las personas en las redes que, muchas veces, los mensajes no son tomados en serio. Fue el caso de una mujer de 42 años en Inglaterra que posteó en su muro “Me he tomado todas las pastillas, chau chau” y, de los más de mil “amigos” que tenía en Facebook, ninguno alertó a la madre de la mujer sobre un posible intento de suicidio.
Al día siguiente, la autora del mensaje fue hallada muerta y el mayor cuestionamiento de su madre fue que nadie le había alertado del comunicado.
Estos son solo algunos de los casos que prueban que la red de Mark Zuckerberg desinhibe a las personas. De acuerdo a un especialista, esto sucede porque es más fácil hablar cuando el otro no está presente.
Una visión distinta explica que, muchas veces, las personas no son conscientes que postear en el muro de Facebook es como hablar en voz alta ante cientos de personas y no miden las consecuencias de sus publicaciones.
Una herramienta muy valiosa
En México, uno de los primeros casos que demostró el poder de Facebook y las redes sociales fue el asesinato de la joven de 20 años, Darcy Mariell Lozada Álvarez, en Ciudad de México.
Según datos del portal Univisión, el autor del crimen fue Omar Alejandro Dueñas Zamoracon quien la víctima había mantenido una relación sentimental. Cuando dicho vínculo terminó, él comenzó a amenazarla de muerte, según declaró la familia.
Pero lo más curioso del caso es que el joven se responsabilizó del crimen a través de las redes sociales, donde confesó haber dado muerte a la mujer de 20 años que había sido su novia.
En el 2009, en Brooklyn, en Nueva York, un joven fue acusado de robar a dos personas y él negó el suceso alegando que estaba en el apartamento de su padre, en Harlem, a la hora del hurto. Un minuto antes que las personas fueran robadas, había un mensaje en Facebook en el que el acusado preguntaba a su novia dónde estaban los panqueques para el desayuno.
El mensaje fue, justamente, la mayor arma de defensa del sospechoso que fue absuelto al poder comprobarse que el post había sido efectuado desde la IP del padre del joven y que éste se encontraba a varios kilómetros del lugar del robo.
Las nuevas vías de expresión
Si en el pasado alguien estaba mal de amores, es probable que tomara un lápiz y un papel para descargar sus sentimientos. Hoy los jóvenes suelen publicar sus disculpas, sus declaraciones y sus emociones en su muro de Facebook, donde todos los contactos son testigos de lo que sienten.
Tanto se expresan las personas en las redes que, muchas veces, los mensajes no son tomados en serio. Fue el caso de una mujer de 42 años en Inglaterra que posteó en su muro “Me he tomado todas las pastillas, chau chau” y, de los más de mil “amigos” que tenía en Facebook, ninguno alertó a la madre de la mujer sobre un posible intento de suicidio.
Al día siguiente, la autora del mensaje fue hallada muerta y el mayor cuestionamiento de su madre fue que nadie le había alertado del comunicado.
Estos son solo algunos de los casos que prueban que la red de Mark Zuckerberg desinhibe a las personas. De acuerdo a un especialista, esto sucede porque es más fácil hablar cuando el otro no está presente.
Una visión distinta explica que, muchas veces, las personas no son conscientes que postear en el muro de Facebook es como hablar en voz alta ante cientos de personas y no miden las consecuencias de sus publicaciones.
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